jueves, 21 de diciembre de 2017

el hijo que no nació

Hijo que fuiste engendrado, que pediste un cielo azul y una luna blanca para tus ojos. Y como dos estrellas perdidas en el infinito de la noche, las que jamás vio la luz del sol, una tarde despegaste hacia un mundo mejor, dejándome triste y vacía. Te amaba, hijo del amor. Hijo que contigo se me fue el corazón roto en mil pedazos, aún están vagando por los mil mares del universo.Te pido perdón por no estrecharte entre mis brazos, por los besos que no te he dado, por todo lo que he dejado fuera de tu corazón... ¿Sabes? Cuando pienso en ti, mi mundo se convierte en un pasillo de energía, un cordón umbilical conectado a tu ser divino que me cubre, me llena de paz y con tus alas plegadas de niño de luz, me besas, me acaricias el pelo, me estrechas contra tu pecho. Mis lágrimas se confunden con perlas, y la emoción del sentimiento se funden en explosión, un big bang hacia el infinito, y en tu voz bajita me susurras al oído; ''Si, soy tu niño adorado, volví a ti, puro y entero. Mamá, soy tu ángel desde el principio de los tiempos, que no nací para quedarme porque apenas estaba hecho. No te aflijas, madre, porque no fui hombre para este tiempo, fui que se equivocaron en el firmamento, no era el momento. Te quiero como se quiere a una estrella cruzando las estelas del universo. Perdóname por no estrecharte en mis brazos, por los besos que no te he dado, por todo lo que he dejado fuera de tu corazón. Perdóname, madre, por no dejarte éste amor, pero se me hacía tarde para encontrarme con mi padre Dios. Te dejé aquella tarde sin mi vida, sin mi cuerpo y con un profundo dolor. Y es por eso que te pido con todo el fervor, no te sientas malherida, que la culpa no fue de dos, ni tuya ni mía. Siéntete mejor, que en el momento de mi partida, Dios se enamoró de la madre que tú serías para mí ser y mi yo. Estás escribiendo estas palabras, no te las dicta tu corazón, es mi mano con la tuya las que escriben con amor. No te asustes, madre, no, por favor, que pronto nos veremos a través del corazón. Tu amado hijo: Te amo, madre''. Y yo, te estrecho, hijo mío, en lo más profundo de mi corazón.